4 feb 2008

El pequeño rival llamado “Gigantes”

Aunque este blog es un espacio especial para el futbol soccer, no puedo dejar pasar la oportunidad des escribir acerca de uno de los eventos más esperados por millones de personas de todo el mundo, el Super Bowl.

En esta edición XLII se calculó que más de 130 millones de personas de 232 países se sentaron frente al televisor a disfrutar el espectáculo entre los archiafamados y favoritos al título “Patriotas” de Nueva Inglaterra y los humildes “Gigantes” de Nueva York, guiados por el menor de los Manning, Eli.

Además de las millonarias ganancias que deja este evento (aproximadamente 20 millones de dólares de ganancias), muchos esperaban que los “Pats” reafirmaran la hegemonía que demostraron a lo largo de la temporada; presentaban una marca perfecta: 18 partidos consecutivos sin conocer la derrota, superando la marca de 17- 0 de los legendarios Delfines de Miami impuesta en 1972, y buscarán su cuarto título en su historia de la mano de su estrella Tom Brady.

En cambio, los ganadores de la Conferencia Nacional se encontraban unos “Gigantes” de Nueva York, que a pesar de haber tenido una excelente temporada con 10 victorias consecutivas fuera de casa, no generaban tanta atracción y mucho menos confianza, a pesar de que Eli buscaría darle un título consecutivo a su familia, al realizar en excelente trabajo en el año con sólo una intercepción.

El día llegó, 3 de febrero de 2008, en el estadio de la Universidad de Phoenix no cabía ni una sola alma (a pesar de haber pagado entre 2500 y 19 mil dólares por entrada aproximadamente). Las dos primeras jugadas del partido fueron las que generaron el marcador, después tuvimos el 2º cuarto en donde la defensiva de los “newyorkinos” comenzaron a mostrar de lo que serían capaces para no dejar ninguna anotación, anque la habilidad de Brady hizo que su equipo se fuera al descanzo de medio tiempo con el marcador a su favor, 7-3.

Llegó el medio tiempo, amenizado por Alicia Keys y como artista principal Tom Petty y The Heartbreakers (si se quedaron igual que yo al verlos, son un grupo de country muy famoso de los años 70’s), mismos que encantaron seguramente a los señores de esa época. A pesar de todos los rumores que presagiaban el regreso de Michael Jackson, quien relanzará en próximas fechas la nueva edición de “Thriller”, muchos nos quedamos esperándolo. Todos los años es sorprendente cómo en tan sólo 15 minutos pueden montar y desmontar un escenario tan grande, el staff merece todos mis respetos.

El tercer cuarto fue sinónimo de nerviosismo para ambos equipos, mismo que se reflejó al no haber ninguna anotación en ese parcial. Manning no acertaba con los pases y sus receptores no eran capaces de retener en las ocasiones más claras el balón. Del otro lado Brady, más sereno, no podía contra una línea defensiva tan sólida como la que mostraron la noche de ayer los rivales: atentos, fuertes e impasables.

Quedaban 15 minutos para que alguno de los dos alcanzara la gloria. En una jugada sorpresiva Manning conectó en un pase perfecto con David Tyree para estar a 5 yardas de la anotación en la 3ª y 10, así que los Giants se encontraron arriba por 10-7 con un gol de campo con 11:05 minutos por jugar. Naturalmente, los “Patriots” respondieron. Brady logró conectar un pase en zona de anotación con Randy Moss, luego de que Corey Webster resbaló y cayó al suelo. El marcador daba la vuelta a su favor con 14 puntos contra 10 con menos de 2 minutos por jugar.


La tribuna de Nueva Inglaterra festejaba ya el triunfo que se veía venir, otros no le quitaban los ojos a Eli, que esperaba sereno su entrada al campo, a pesar de que los titulares del día de hoy lo tacharían como salvador o verdugo. La ofensiva saltó al campo, los “Gigantes” fueron ganando yardas a su favor y a 35 segundos de terminar el super tazón, Manning logró salir avante ante tres tacleadores para encontrar a Burress, sólo en zona de anotación, dándole al equipo los 7 puntos del triunfo. El marcador daba la vuelta, los de Nueva York estaban a segundos de coronarse campeones.

Patriotas iniciaba en su yarda 26 con 29 segundos por jugar. Brady no pudo dar más, sólo tres pases que fueron incompletos. Un segundo, no hay más, el estadio universitario retumbó, el público de los Gigantes enloqueció por completo, su tercer título había llegado después de 16 años. La prensa se metió, el Couch de Patriotas, Bill Belichick, atravesó el campo para felicitar a su homólogo de los gigantes, Tom Coughlin, a quien ya lo esperaba el tradicional baño de “Gatorade” por parte de sus jugadores.

La algarabía y emoción estaban a tope, pero aún faltaba un segundo por jugar, así que todos regresaron al campo simplemente para poner las rodillas en el suelo y dar paso al reconocimiento público de que contra cualquier pronóstico, los "Gigantes" eran campeones.

El año pasado fue Peyton quien llevó a los “Potros” al campeonato. Este año fue Eli, ambos corebacks y nombrados como el Jugador más valioso del Super Bowl de sus respectivas temporadas.

Nueva York fue contra cualquier presagio, fue capaz de quitarle la marca perfecta gracias al toque mágico de la defensiva, lo cual demuestra y comprueba que en la historia y en la vida, a pesar de que todo esté en contra, nada se está escrito, siempre hay una oportunidad mientras no muera la esperanza y esas ganas de salir adelante.

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